Oh María, Madre mía, cuánto os amo!
Oh, María, Madre mía,
qué belleza celestial,
cúbreme bajo tu manto,
guíame, dame tu mano,
y acompaña mi caminar.
Oh María, Madre mía,
quisiera ser como Tú
llévame siempre contigo
no me dejes, no me sueltes,
y muéstrame al Buen Jesús.
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