Se llamaba Gustavo. Se inmola padre de familia despedido por no querer vacunarse.



"Se llamaba Gustavo Cano. No era un delincuente, ni un drogadicto ni un invisible, ni estuvo en el Vilardebó como salieron a divulgar los medios de desinformación masivos. Se prendió fuego en La  Plaza Independencia de Montevideo. Tenía 32 años, mujer e hijos, familia y amigos. Trabajaba en una empresa tercerizada para UTE. Era electricista. Lo despidieron por no querer inyectarse con una sustancia no aprobada por la FDA y que además no es obligatoria. Que su vida no haya sido en vano".
 

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