Jesusito de mi vida

 



Jesusito de mi vida,
eres niño como yo,
por eso te quiero tanto
y te doy mi corazón.
¡Tómalo! ¡Tómalo!
Tuyo es, y mío no.


Comentarios

Entradas populares de este blog

Oración para irradiar a Cristo

La oración de la invisibilidad que nos dejó San Juan Pablo II