Tiempo ordinario
Suele ser definido como "el tiempo en que Cristo se hace presente y guía a su Iglesia por los caminos del mundo".
En el año litúrgico, se llama tiempo ordinario al tiempo que no coincide ni con la Pascua y su Cuaresma, ni con la Navidad y su Adviento.
Son treinta y cuatro semanas en el transcurso del año, en las que no se celebra ningún aspecto particular del Misterio de Cristo. Es el tiempo más largo, cuando la comunidad de bautizados es llamada a profundizar en el Misterio pascual y a vivirlo en el desarrollo de la vida de todos los días. Por eso las lecturas bíblicas de las misas son de gran importancia para la formación cristiana de la comunidad. Esas lecturas no se hacen para cumplir con un ceremonial, sino para conocer y meditar el mensaje de salvación apropiado a todas las circunstancias de la vida.
Y ahora ya sabemos, se llama ordinario porque acompañamos a Jesús en su vida ordinaria.
Que en este Tiempo Ordinario en el que entramos, sigamos orando y siendo de Dios.
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